Enero, 2025
Yoga significa unión.
La respiración es el puente entre lo físico y lo psíquico. Prana significa energía vital y Ayama disciplina. Existen diferentes técnicas o pranayamas con las que podemos acceder a cierto control de esa energía.
Respirar es un acto involuntario del cuerpo comandado por el sistema nervioso autónomo. No pasamos la vida pensando en respirar, sucede por sí sola. Sin embargo, nuestras emociones tienen un papel fundamental en el sistema nervioso, afectando los patrones de respiración en momentos de estrés, ansiedad, miedo y angustia.
Debido a ciertos estilos de vida o naturaleza de la mente de cada persona, estas emociones rigen cada vez más el día a día cambiando por completo la respiración natural que debería suceder ser profunda, libre y espontánea.
Solemos Identificar ese estado de malestar constante como un estado "normal".
Si te detienes en este momento y observas tu respiración ¿qué profundidad tiene? ¿es agradable o pesada? ¿Sientes un bloqueo en la zona del estómago?
En el plexo solar (entre las costillas y por encima del ombligo) existe una compleja red de nervios simpáticos, parasimpáticos y viscerales que regulan las funciones de varios órganos internos, como el estómago, el hígado, el páncreas y los riñones. Esta interconexión permite que el plexo solar participe en la regulación de la digestión, el metabolismo y por supuesto de la respiración.
Un ejercicio muy sencillo de identificar realmente cómo me estoy sintiendo es observar cómo estoy respirando.
Podríamos decir que la respiración no es sólo una cuestión de cantidad de aire inhalado sino que también es importante la calidad de esa respiración [longitud y profundidad].
Existe una técnica que se llama respiración yóguica que me gusta mucho darla a conocer a aquellos que acuden a clases conmigo ya que es la base donde nos enfocamos en refinarla hasta volverla fina, sutil, delicada y silenciosa. Esto se traduce en una mente extraordinariamente serena y sensible.
En yoga existen muchas técnicas de respiración que buscan lo mismo: purificar las vías respiratorias, aumentar la capacidad pulmonar e incrementar la energía vital el prana.
Optimizar los patrones y la calidad de respiración conlleva a una mejor absorción de oxígeno en nuestro cuerpo.
El Oxígeno [prana] es la gasolina que nuestros sistemas necesitan para cumplir con todas sus funciones de manera adecuada. De otra forma un cuerpo carente de energía es un cuerpo débil y cansado con tendencia a la fatiga y a la enfermedad.
Ahora practiquemos un poco acerca de esa respiración yóguica:
Observa la entrada y salida del aire por tu nariz [si el flujo es continuo o irregular]
Inhala profundo por la nariz y exhala por la boca [repítelo varias veces]
Relaja la musculatura de la cara, de la boca, el pecho y la zona entre las costillas.
Inhalando infla tu abdomen expandiendo a su paso los costados y terminando en las clavículas.
Exhala suavemente vaciando los pulmones y a su paso el abdomen sintiendo como los costados y el pecho descienden.
Busca que el ritmo sea lento y profundo [no fuerces demasiado]
Abajo te dejo un video en inglés y en español para que puedes practicar conmigo.
Bienvenidos a la “magia” del yoga.
Con amor.
Vero.