Enero, 2025
Hay una gran diferencia entre entrenar y entrenar consciente. Ya sé que suena muy cliché pero se los explicaré desde mi experiencia. Una experiencia basada en una lesión de hernias discales.
No, no fue culpa de un determinado tipo de entrenamiento, fue mi culpa. El no escuchar mi cuerpo, ser tan competitiva, no hacerle caso al dolor y tampoco respetar el cansancio.
Fueron meses de rehabilitación de la mano con pilates clínico, osteopatía, fisioterapia y por supuesto mi práctica de yoga (adaptada a mi condición física). Fue entonces que entendí y profundicé en la importancia de entrenar consciente a través de un trabajo de core.
¿Qué es eso del core?.
Preguntémosle a Gemini:
“El core es el conjunto de músculos profundos que rodean tu tronco (abdomen, espalda baja, caderas), actuando como un corsé natural y el cimiento de tu cuerpo. Es crucial para la estabilidad, el equilibrio, la postura, la transferencia de fuerza, la prevención de lesiones y facilita las actividades diarias y el rendimiento deportivo. No se limita a los abdominales superficiales, sino que involucra una red muscular compleja para un soporte integral.”
Si bien en Yoga usamos los bandhas que son también activaciones musculares como en el suelo pélvico y el abdomen o en la garganta, y que se activan solamente en determinadas posturas o en ejercicios de respiración. Estas técnicas se encargan también de dirigir cierta energía a determinadas áreas del cuerpo.
La diferencia es que la activación del core no solo se debe hacer al momento de entrenar sino que es algo que te acompaña a lo largo del día para mantener una buena tonificacioń del recto abdominal y de los erectores de la columna favoreciendo una buena higiene postural.
Mi objetivo es poder trabajar contigo desde el bienestar integral a través de un entrenamiento enfocado en la presencia y el autoconocimiento. Al enfocarte en la conexión profunda con tu centro, cultivarás una mayor conciencia corporal y fomentarás una sensación de equilibrio interior.
Cada sesión se convertirá en una oportunidad para honrar tu cuerpo.
La coordinación se convierte en una danza intuitiva, donde mente y cuerpo se sincronizan en movimientos precisos y eficientes.
La estabilidad trasciende lo físico, echando raíces en el presente, brindando una sensación de solidez y confianza tanto en el ejercicio como en la vida diaria.
Y ésta es mi misión
Vero.